REQUISITOS HABILITANTES PARA LA DOCENCIA NO UNIVERSITARIA EN LOS PAÍSES DE LA UE
El papel de los docentes es cada vez más importante, lo que está motivado por los desafíos educativos, sociales y económicos de Europa. Normalmente, los sistemas educativos europeos tienden a enfrentarse a problemas similares y a menudo relacionados con la oferta y demanda de docentes.
Para estar cualificado como maestro o maestra, normalmente el paso principal comienza con la finalización de la educación inicial del docente (ITE, siglas en inglés). Sin embargo, la cualificación final es diversa en los diferentes estados. En casi la mitad de los sistemas educativos, los docentes están totalmente acreditados al final de la ITE, pero en los 23 sistemas restantes, se requieren pasos adicionales.
Respecto a Educación Secundaria, en toda Europa se exige a los profesores de secundaria una formación universitaria con un mínimo de cuatro o cinco años de preparación.
Diversos estudios de la OCDE sobre cuestiones educativas, concluyen que la mejora de la eficacia y equidad de la educación depende en gran medida de que se estimule a personas competentes para que deseen trabajar como docentes, de que su labor sea de alta calidad y todos los alumnos tengan acceso a una enseñanza de alta calidad.
La transición desde la formación inicial del profesorado (FIP) a la vida profesional parece ser una fase crucial tanto para los docentes como desde la perspectiva del sistema educativo. La forma tradicional de ocupar el puesto de profesor en Europa se inicia mediante la obtención de una titulación que habilita para la docencia. En algunos países, finalizar la FIP con éxito es la única condición para poder acceder con pleno derecho al proceso de contratación. En otros, la transición desde la FIP hasta la vida profesional incluye pasos adicionales que los titulados que finalizan la FIP deben tomar para poder optar a ser contratados como profesores plenamente cualificados.
1.- Requisitos para acceder a la condición de profesor
En casi la mitad de los sistemas educativos europeos, finalizar con éxito la Formación Inicial del Profesorado (FIP) es la única condición para obtener la plena cualificación como profesor. En estos sistemas, el diploma de FIP no solo certifica el nivel de rendimiento de los titulados sino su capacidad para enseñar. En otras palabras, las instituciones responsables de la FIP entregan la cualificación como docentes a sus titulados.
En otros 23 sistemas educativos, los titulados que han finalizado la FIP deben satisfacer requisitos adicionales para que se los considere plenamente cualificados, como aprobar unas oposiciones o confirmar su competencia profesional.
En seis países (España, Francia, Italia, Luxemburgo, Albania y Turquía), los futuros profesores deben superar unas oposiciones para obtener la plena cualificación. Dichas oposiciones pueden organizarse en forma de exámenes escritos, entrevistas, evaluación de portfolios, observación de las prácticas docentes o cualquier com
binación de estos métodos. La prueba suele centrarse en la evaluación del conocimiento de la materia y las competencias profesionales y puede estar compuesta por fases diferentes. En España y Turquía, por ejemplo, tiene dos fases.
En 17 sistemas educativos, para obtener la cualificación plena, los titulados que han finalizado la Formación Inicial Permanente (FIP), deben confirmar que están capacitados para la docencia. Aunque en todos los países los futuros profesores reciben capacitación profesional durante la FIP, habitualmente mediante prácticas en centros educativos, periodos de formación o programas de iniciación (en algunos sistemas educativos), en algunos paíse
s los profesores titulados deben superar un escalón adicional tras la FIP p
ara confirmar su competencia profesional. Este puede adoptar la forma de examen profesional (examen nacional o estatal), evaluación al final de un programa de iniciación, o acreditación, registro o certificación.
En Alemania, Croacia, Rumanía, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, la antigua República Yugoslava de Macedonia, Montenegro y Serbia, tras finalizar el programa de iniciación, los nuevos profesores deben superar el examen profesional denominado “estatal” o “nacional”. El propósito del examen profesional, que puede constar de partes teóricas y prácticas, es habitualmente evaluar la capacidad de los futuros profesores para hacer su trabajo.
En Irlanda, Suecia y el Reino Unido, los titulados que han finalizado la FIP deben someterse a un proceso formal de registro o acreditación. Aunque en Irlanda y el Reino Unido se aplican estándares profesionales para evaluar las destrezas y actitudes profesionales demostradas por los profesores noveles, en Suecia, para que se reconozcan oficialmente las cualificaciones y títulos basta el registro del profesor.
En Hungría, Malta, Austria y Eslovaquia, una evaluación positiva al final de la fase de iniciación conduce a la plena certificación.
En algunos sistemas educativos exigen un nivel de competencia lingüística (Lituania y algunas Comunidades Autónomas de España) u obtener ciertos certificados, por ejemplo, en natación y primeros auxilios (en Educación Primaria en Francia).
2.- Principales métodos de contratación de profesores
En Europa existen tres sistemas principales por los que los profesores que tienen las necesarias cualificaciones pueden acceder a su primer empleo docente: la contratación por proceso de selección abierto, las oposiciones y las listas de candidatos.
En casi tres cuartas partes de los sistemas el método dominante es la contratación por proceso de selección abierto, lo cual supone la descentralización de la responsabilidad de anunciar las plazas vacantes, invitar a la presentación de solicitudes y seleccionar al mejor candidato. La gestión del proceso suele corresponder a los centros educativos, a veces de forma conjunta con la administración local. La contratación por proceso de selección abierto implica la ausencia de un sistema de rango superior encargado de distribuir a los docentes: las vacantes se cubren con los candidatos que solicitan empleo en cada centro. Sin embargo, que corresponda a ellos la responsabilidad de la contratación no significa necesariamente que los centros tengan plena autonomía para diseñar el proceso (establecer el procedimiento de contratación, los criterios de selección, etc.). En algunos sistemas educativos todo el proceso puede estar muy regulado, mientras que en otros solo se controlan los aspectos principales.
En siete sistemas educativos, el acceso a la profesión docente se realiza a través de oposiciones organizadas por las administraciones públicas de rango superior, regional o local. Por la vía de las oposiciones se selecciona solo un cierto número de candidatos, y habitualmente para ocupar un número limitado de plazas docentes en los sistemas de educación públicos. Por lo general, los candidatos seleccionados pueden manifestar sus preferencias sobre las áreas/centros en los que desean trabajar, pero la decisión final corresponde a la administración educativa. En algunos sistemas educativos, superar la oposición garantiza el acceso a una plaza permanente, mientras que en otros se clasifica a los candidatos en las listas de reserva establecidas, pero no se garantiza el empleo.
En España, Francia, Rumanía, Liechtenstein y Turquía, las oposiciones son el único método de contratación de profesorado. En Grecia e Italia se emplean además listas de candidatos.
Finalmente, nueve sistemas educativos usan el método de contratación basado en la “lista de candidatos” (sin oposiciones). Se trata de un sistema por el cual los candidatos a docentes presentan solicitudes de empleo a una administración de rango superior o intermedio que, en la mayoría de los casos, clasifica a los candidatos de acuerdo con criterios definidos. Este es el método empleado en Alemania, Chipre, Luxemburgo, Malta y Albania.
En Bélgica, Austria y Portugal se emplean listas de candidatos conjuntamente con la contratación por proceso de selección abierto.